martes, 4 de octubre de 2011

tiempo

"El tiempo para leer es siempre tiempo robado. (De la misma manera que lo es el tiempo de escribir o el tiempo de amar). ¿Robado a qué? Digamos que al deber de vivir. El tiempo de leer, como el tiempo de amar, expande el tiempo de vivir. Si tuviésemos que enfrentar el amor desde el punto de vista de nuestra agenda, ¿quién se arriesgaría a ello? ¿Quién tiene alguna vez a un enamorado que no se tome el tiempo de amar? Yo nunca he tenido tiempo para leer, pero nada, jamás, ha podido impedirme terminar una novela que amara. La lectura no tiene que ver con la organización social del tiempo; es una manera de ser, como el amor. El problema no está en saber si tengo tiempo de leer o no (tiempo que además, nadie, nunca me dará), sino en si me regalo o no la dicha de ser lector".

-Daniel Pennac.